LA TENTACIÓN. (Inspiración Visual nº 209). Prosa

[Consuelo]

Levanté el auricular al segundo tono, escuché una voz de mujer preguntando por mi marido; no me sorprendí ni poco ni mucho porque debido a su trabajo las llamadas a casa eran de lo más habitual sin distinción de sexo. Le transmití la llamada al estudio y me dirigí a la cocina para continuar con mis quehaceres habituales. Había transcurrido una media media hora cuando escuché la voz de mi marido en un tono que denotaba alteración y enfado. De inmediato salí de la cocina con intención de ver qué le ocurría pero al cruzar por el pasillo me paré en seco ante el teléfono supletorio y la tentación se apoderó de mí.

Con sumo cuidado para no levantar sospechas descolgué el teléfono y me dispuse a escuchar la conversación. Descubrí a través de la misma que mi marido había mantenido relación con aquella mujer y que desde hacía varios días intentaba darla por zanjada. Ella se oponía amenazándole con presentarse en casa y contármelo. No quise escuchar nada más, colgué el auricular sin miramiento ninguno; ya no me importaba que se enteraran de que les había estado escuchando y me fui a la calle intentando digerir todo aquéllo.

Me senté en un banco del parque, mi cabeza estaba embotada; un cúmulo de ideas y de sensaciones contradictorias me invadían, de pronto me vino a la memoria un episodio de mi infancia …

“Mi hermana y sus amigas estaban riendo y bailando en una de las habitaciones de casa, ella era varios años mayor que yo y me tenía prohibido acercarme cuando se reuní con “su gente”. Una tarde no pude evitar la oreja a la puerta de su cuarto intentando descubrir de qué hablaban y se reían. Me sorprendió mi madre y sin brusquedad pero con firmeza me cogió de la mano y me llevó al cuarto de estar, me miró directamente a los ojos y me dijo: “El que escucha lo que no debe, oye lo que no quiere” No caigas en la tentación de espiar a los demás, te evitarás muchos problemas.

Tenía toda la razón del mundo y no supe verlo. No odio a mi marido por haberme traicionado ni me odio a mí misma por haberle espiado pero sí odio el comportamiento de ambos porque nos ha llevado a una encrucijada de la que veo muy difícil por no decir imposible salir para recuperar el amor que nos unió en su día.

9-Enero-2022

[Consuelo]

Hola JESÚS, el amor y el odio son como las dos caras de una misma moneda pero no pueden ni verse porque jamás podrán mirarse de frente.

Un abrazo

Consuelo

Jesús Quintana Aguilarte dijo:

Consuelo este es un muy hermoso relato que habla de traiciones y odios, asi como de bienestar y perdón excelente.

[Consuelo]

MADUSA, preciosa, creí que te había contestado ¡Qué despistada por Dios! 

A la protagonista de mi historia le pasó como dice el refrán: La curiosidad mató al gato.

Un beso

Consuelo

Madusa dijo:

Cuantas enseñanzas y virtudes alojas en esta hermosa prosa mi querida Consuelito. Una moraleja para tener presente.  Gracias por estar y traernos este regalo. Bendiciones Madusa

[Milagros Hernández Chiliberti]

Bella tu narración, como siempre.

Un abrazo

[Consuelo]

Milagros, eres muy amable. Gracias
Un abrazo
Consuelo